Mónica del blog meet me in Bilbao y yo fuimos el pasado viernes a Oriental Spa Bilbao situado en Las Rampas de Uribitarte 2, (frente al colegio de abogados de Bilbao) a recibir un masaje que nos dejó como nuevas.
Os voy a contar mi experiencia... Como siempre llegué tarde y corriendo, decidimos ir un viernes a la tarde mas o menos a última hora para luego irnos a casa tranquilas y relajadas. Al abrir el gran portón de madera el ambiente cambió, el ruido y estrés de la ciudad desaparecieron y me encontré en un oasis en medio de la ciudad.
Toda la decoración es auténtica, traída desde Thailandia y tienen cuidado hasta el último detalle, sin duda el carácter oriental es real y no solo por la decoración sino porque también las masajistas vienen directamente de Asia y viven durante unos años aquí, son auténticas especialistas de los mejores spas asiáticos . Amablemente me condujeron hasta donde Mónica me estaba esperando tomándose tranquilamente un té.
En Oriental Spa Bilbao es un espacio donde disfrutaremos con los 5 sentidos como me contaron al llegar.
Vista: Decoración y ambiente relajado.
Gusto: Un té o zumo antes de entrar y salir.
Olfato: El ambiente está impregnado de los olores de inciensos y especias asiáticas.
Oido: En todo el espacio se puede escuchar música relajante de esta zona del mundo.
Tacto: El masaje que íba a recibir.
Y así me encontré a Mónica, tan relajada y feliz esperándome con su té listo. Yo probé un zumo de frutas naturales.
Y mientras tanto fui aclimatándome para recibir un masaje Balinés que consiste un masaje relajante realizado con aceite realizando suaves estiramientos y acupresión. La técnica viene muy bien explicada en su página web (AQUÍ) y en el FACE informan cada poco de los tratamientos, yo os hablaré más de las sensaciones que tuve y el por qué me parece un plan perfecto para una tarde de chicas.
Desde que entré por la puerta sentí la sensación de estar cuidada y entre algodones, después de estar charlando un rato con Mónica nos llevaron a realizar el masaje. Nos separamos porque cada una íbamos a recibir uno diferente.
Esta fue la habitación donde me realizaron el masaje, me dejaron mi tiempo para desvestirme tranquilamente y tenía la bata que veis esperándome en la foto y unas zapatillas tradicionales. Ya solo quedaba disfrutar de un masaje por todo el cuerpo desde la cabeza a los pies con aceite que me dejó la piel suave como la de un bebé.
Las sensación fue muy placentera, poco a poco me fui relajando y mi tensión fue desapareciendo hasta llegar a un punto de relax total que pocas veces lo he conseguido cuando alguien me da un masaje... No sé muy bien por qué pero esto siempre me produce estrés en vez de relajarme, pero en este caso os puedo garantizar que me relajé y mucho. Tanto que me costó incorporarme a pesar de que me trataron como a una reina y antes de levantarme me colocan las zapatillas... Estos son los pequeños detalles que marcan la diferencia y lo convierten en un lujo total y absoluto.
La vuelta a la realidad se produce poco a poco, tienes la opción de ducharte, pero yo decidí no hacerlo porque el aceite ya había sido absorbido mayoritariamente por mi piel y quería que durase el efecto hidratante en mi piel. Y salí de la habitación donde estaban esperándome para llevarme a tomar un té e ir aclimatándome otra vez a la calle, lo que es totalmente necesario porque la tensión en mi caso me había bajado muchísimo, algo que debe ser bastante habitual.
Me encontré a Mónica y allí estuvimos las dos charlando y compartiendo la experiencia, comentando como había muchas cosas que coincidían del masaje Balinés y Thailandés y otras eran diferentes, en definitiva compartiendo la experiencia entre risas y confidencias.
Algo en lo que coincidimos las dos es que había sido una experiencia deluxe en todos los sentidos y que era un plan perfecto para una tarde de chicas.
Mónica contará en su blog en próximos días su masaje thailandés y su experiencia. Lo podréis leer AQUÍ y yo lo miraré seguro porque no quiero perderme como lo cuenta ella.
La Carolita.