Oxígeno

Hacía tiempo que nuestra Guvens no nos escribía nada... Ha tardado, se ha hecho esperar. Pero estoy segura de que os gustará. Aquí os dejo con ella:

Hay veces en la vida que es necesario parar y respirar hondo. Inhalar y sentir como llega el aire al estomago. Para mí este ejercicio es más que productivo y reconfortante.

Quedarme sola dentro de mi espacio, quieta y en silencio, observar al resto en movimiento. Sentir que soy parte del universo, que cada uno somos seres únicos e irrepetibles, protagonistas de nuestra conducta.

Me encanta darme cuenta  que somos libres y privilegiados, con la capacidad de elegir cada uno nuestras prioridades y cada uno poder marcar nuestros límites.

Es necesario tener un momento para reflexionar sobre esto y aniquilar todo aquello que nos quita energía. Anular todo aquello que no nos aporta nada en nuestra vida. Demasiadas cosas a veces a dedicación completa y en ocasiones éstas, nos restan tiempo a lo realmente importante, ser dueños de nuestro tiempo.

También es importante ser lo suficientemente suspicaces para saber en qué invertir nuestra fuerza y entusiasmo, hacerlo solo en cosas que nos hagan felices y completos. Seguir soñando, continuar vibrando. Perseverar en nuestros objetivos pero no perder la vida en ello.

Oxígeno: elemento químico de número atómico 8 y símbolo O. En su forma molecular más frecuente O2. Es un gas incoloro, inodoro (sin olor) e insípido. El oxigeno respirado por lo organismos aeróbicos, liberado por las plantas mediante la fotosíntesis, participa en la conversión de nutrientes en energía (ATP) y es imprescindible para la vida. Su disminución provoca hipoxia y la falta de  él anoxia pudiendo provocar la muerte del organismo.

Para mi oxígeno significa parar en el tiempo y coger fuerza. Reflexionar sobre las cosas que me llenan realmente, las cosas que me dan placer. Lamentablemente, a veces estas están tan ocultas que algunas incluso las he olvidado, y sin embargo son las que merecen la pena volver a ser descubiertas.

Coger oxigeno ayuda a no obcecarse, a no ver oscuridad sino luz, ordenarse en el desorden, a no agobiarse si llega el caos. El oxígeno es necesario para seguir siendo uno mismo.

Tomar oxígeno ayuda a darse cuenta que nada tiene la importancia que no se le quiera dar, que mientras uno esté respirando todo es posible, que vida hay una y que debemos vivirla como tal.