Hoy recordamos una entrada que nuestra colaboradora Guvens publicó en Mayo, creo que es el día perfecto para volver a recordarlo, Día internacional de Lucha contra la violencia de género.
Permitirme, que estas mis Muñecas sean anónimas. Ellas tienen una razón de peso porque esto sea así.
En su carácter denotan una estricta discreción. Tienen además todo el derecho del mundo a guardar su identidad. Y en ellas pienso... su anonimato está más que justificado.
En muchas su comportamiento puede confundirse con un problema de bipolaridad, pero NO, todo tiene un motivo y no caigamos en juzgar comportamientos extraños y fuera de lo racional. Cada movimiento tiene una lógica actuación de prevención y protección.
Alguna puede aparentar antipatía o ausencia, introversión, pero NO, solo es una manera de tener todo bajo control. Para muchas la mejor defensa es la ausencia, hacer que no están.
Ellas como todas las personas tienen una meta, un sueño. Para mis Muñecas, este fin es el mismo, el amor.
El amor no como tal, sino el amor en forma de "persona", de hombre. El compañero que un día conocieron y con el que eligieron compartir sus vidas. Aquel del que se enamoraron pero por el que vivirán su infierno su pena y su dolor...
Dicen que hasta llegar a la meta, el camino es largo y complicado. Que el recorrido es parecido a una peregrinación. Un via-crucis famoso en todo el mundo y que además lleva siglos haciéndose. Que no importa lo que se tarde ni de que manera, pues ellas creen que si al final consiguen que él las quiera, todo se puede olvidar.
Dicen que el camino hasta la meta, se encuentra debajo de la Vía Láctea y en el que se refleja la energía de los sistemas estelares suspendidos en el cielo. Pero es un camino oscuro, frío, silencioso y que siempre se hace en soledad.
Un camino muy desagradable y pesado, recorrido muchas veces entre lágrimas, lamentos y plegarias. Un camino que las confunde, que las anula, por una logística bien estudiada, claro, por quienes quieren que sigan a su lado.
Un camino lleno de peligros, dolores y en ocasiones hasta vejaciones, del que hubiera sido mejor escapar. Haber cambiado el rumbo desde la primera vez, sin volver la mirada atrás.
Ya sabemos, y de esto estamos avisadas, hay quién perdió la vida en ello. No merece la pena, nunca. Lo que no empieza bien, acaba peor.
El camino hasta la meta ha sido recorrido durante cientos de años por muchas mujeres antes, alguna de ellas, santas, inadaptadas, reinas, doncellas, anfitrionas, sirvientes, sufridoras, luchadoras, vividoras, amantes y también más normales y comunes. Por muchas... y algunas podamos ser nosotras.
Seguro, tu sin ni siquiera saberlo conoces a más de una Muñeca de trapo. Y algo por lo que no lo sabes que es ella, es porque viven en silencio, ensimismadas en su reto.
Ellas son protagonistas de este trocito, pero siempre al margen de comentarios y consejos. Creen que podrán cambiar su vida cuando quieran, pero que todo es cuestión de tiempo y que todo cambiará a mejor.
El viaje lo hacen con la intención de conseguir una vida junto a su amado. Él ya es el epicentro de sus vidas.
En muchos momentos del camino caen al suelo agotadas sin aliento, con ganas de retroceder en el tiempo. Pero muchas veces no sacan fuerzas ni coraje para salirse del camino. Muchas otras no encuentran ni conocen otro atajo y prefieren no saber que pasará si esquivan el trazado marcado. Otras se encuentran solas, perdidas y no saben aún que esto no es un mal sueño, que es real, que el hombre que duerme a su lado es su verdugo y que un día las puede matar.
Algunos golpes son verbales, otros llegan a rozar la piel. Otras Muñecas con peor suerte sienten como los golpes se adentran en su ser... y como testigo la sangre y los moratones que tendrán que disimular.
Ojala mis Muñecas, las que quedan y las que vendrán tomen una decisión pronto, oigan su voz interna, miren una foto de ellas mismas, cojan su dignidad y retrocedan en el tiempo.
Que paso a paso logren llegar hasta el lugar donde empezaron a amar demasiado y que empiecen a quererse y comiencen una nueva vida, como verdaderas Mujeres. ¡Qúe se encuentren, se lo merecen, felicidad!
Muñecas fuimos algunas, otras aún lo son, pero ninguna está sola. y para ellas mi canto a la vida y a la libertad.
Más vale sola que mal acompañada, eso de que "Quien bien te quiere te hará llorar", no es verdad, no es estrictamente necesario.
Si un hombre te quiere de verdad, nunca jamás dejará que tu vista caiga al suelo como hábito de caminar.
Mis muñequitas, un abrazo para todas en esta noche. Ojalá mañana sea un nuevo día y os despojéis de engaños y fantasía. Esto nunca mejora, empeorará y hasta os puede matar.
Mañana es el día, por favor, estás a tiempo de dar la vuelta y cerrar esa puerta. Mucha gente te estará esperando cuando llegues y te ayudará. No tengas miedo. Será difícil tomar esta decisión, pero no dudes que es lo único que puedes hacer ya.
Y lo más importante, serás otra vez TU. Te lo mereces.
Por Guvens
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